miércoles, 13 de abril de 2016

Muerte dulce (Félix G. Modroño)

Fuente: felixmodrono.com
Segunda entrega de la serie protagonizada por Fernando de Zúñiga, médico y detective en la España del siglo XVII. En esta ocasión el protagonista viaja desde Salamanca a tierras vizcaínas con el fin de esclarecer la muerte de Pedro Urtiaga, personaje a quien se nos presentó en La sangre de los crucificados. Todo comienza cuando el doctor Zúñiga recibe una carta de su viejo amigo donde éste le confiesa que está a punto de morir a consecuencia de un envenenamiento y le pide un último favor: que identifique al responsable. Aunque los dos personajes no se despidieron como amigos en su último encuentro, el protagonista accede a cumplir la última voluntad del fallecido.
Una vez en casa del difunto, don Fernando descubre que su difunto amigo había gastado toda su fortuna en su funeral y dejado su casa en herencia a su única prima, lo que descarta que el móvil del crimen fuera económico. Intentando reconstruir los últimos días de su vida averiguará que el mejor amigo del fallecido había muerto poco antes a raíz del incendio de su casa, al parecer provocado. Sospechando que ambas muertes están relacionadas, el doctor Zúñiga indaga en el pasado reciente de los fallecidos y descubre el posible móvil de los dos crímenes: ambas víctimas fueron la pareja ganadora de una partida de mus donde había una importante cantidad de dinero en juego, aunque la apuesta nunca fue cobrada.
Dos años después de publicar el primer caso de Fernando de Zúñiga, Félix G. Modroño se mantiene fiel a su estilo, trasladando la acción esta vez a su Vizcaya natal y estrechando aún más los lazos entre sus personajes.

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